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| De esa herida y de esa luz |
Empecé a ver el error del camino
donde tropezaste tantas veces que hay sangre en el ambiente.
Volví a las andadas más perdidas que pude encontrar en un pasado
para volver a perder, para perderme y encontrar esa luz que me hizo volver.
Pero solo había un hueco, el hueco de aquel sentimiento que me arrancaste, lo torturaste, le hiciste añicos, bebiste de él, cual sangre hirviendo por tu ser.
Empecé a ver el error del camino,
el gran mal de altura fui yo contra ti, fuiste tu contra mi.
Fue la piedra que te convertiste en mitad del camino y que no paraba de tropezar.
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