Y tus piernas dejaron entrever el poquito de luz que me hacía falta para entenderlo todo, o para desentenderlo, como anoche me desentendí de nuestro pacto al perderme en ellas. ¿Y todo para qué?
Menudo corazón de piedra el tuyo.
Leer más - Segunda oportunidad - A ver quién es más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario